Es el octavo año consecutivo que se instala un nacimiento de tamaño real en la explanada del Palacio Municipal, comentó Luis Cerda Cerón, segundo regidor del ayuntamiento y líder en la organización del evento.
Dijo que la idea surgió debido a que “hay tanta necesidad de paz, de tranquilidad, de armonía; hay gente que está muy lejos de su familia y estos lugares como el nacimiento, les dan esa paz y tranquilidad”.
Alrededor de 200 comerciantes ambulantes de la calle Morelos son los únicos responsables del montaje del nacimiento, pues ellos son los encargados de elaborar y preparar cada uno de los detalles que hacen posible dicha representación.
Desde septiembre inician los preparativos para la colocación del nacimiento, se organizan grupos para el diseño, compras y elaboración de las piezas que conforman el escenario; como son el cielo hecho de varas secas, el río acondicionado con una canaleta, así como la construcción del pesebre y los corrales, el cuidado de los animales, entre otros.
“Todo es realizado por los comerciantes del tianguis, no se contrata a nadie ajeno, ellos pintan todo, cortan fierro, elaboran las vestimentas de los pastores y los animales”, subrayó el dirigente.
En dicha representación los visitantes pueden observar peregrinos de tamaño real, animales disecados como ardillas, conejos, armadillos y borregos; igualmente vivos, entre ellos guajolotes, patos, pollos y peces.
“Algunos de los animales disecados han sido donados por los comerciantes, otros fueron disecados por ellos mismos o comprados”, explicó Cerda Cerón; los animales vivos también se compran y son conservados para años posteriores.